10 de abril de 2008

TUS HIJOS

Tus hijos no son tus hijos,

son hijos e hijas de la vida,

deseosa de sí misma.

No vienen de ti, sino através de ti,

y aunque estén contigo,

no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,

pero no tus pensamientos, pues,

ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos,

pero no sus almas, porque ellas,

viven en la casa del mañana,

que no puedes visitar,

ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,

pero no procures hacerlos

semejantes a ti,

porque la vida no retrocede

ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos,

como flechas vivas son lanzados.

Deja que la inclinación,

en tu mano de arquero,

sea para la felicidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace tiempo que no leía a Khalil Gibran.
El texto tan bonito que has seleccionado - que por cierto pertenece a la obra “El profeta” de Khalil Gibran - acompañó mis días de estudiante de primer año de la Universidad de Compostela,
lejos de casa, en mi Galicia querida…

Rosello dijo...

Me alegra que este texto te recuerde tus días de estudiante y también te recuerde tu tierra. Un abrazo de Javier Roselló y espero que sigas visitando cada semana mi rincón literario. Gracias.