8 de septiembre de 2008

ALAS

Cuando era niño yo, al cielo de estrellas,
como esqueje de hisopo, alcé la mano;
conseguir yo soñaba las más bellas:
¡estaba tan cercano!
Ahora soy viejo; mas las altas rosas
me deslumbran aún con sus reflejos
cuando las llego a ver tan amorosas:
mas, ¡ay, están tan lejos!
¿Por qué del cielo me mostráis las galas,
si me vedáis a su jardín llegar?
¡Oh mi Dios! ¡Oh mi Dios!, dadme unas alas,
o quitadme estas ansias de volar.

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