¡Ay, amor,
¡Ay, amor,
perjuro, falso, traidor!
Enemigo
de todo lo que no es mal:
desleal
al que tiene ley contigo.
Falso amigo
al que te das por mayor,
¡ay, amor,
perjuro, falso, traidor!
Tus daños
nos dan claro a entender
que un placer
es pesar de cien mil daños
y en mis daños
esto se prueba mejor.
¡Ay, amor,
perjuro, falso, traidor!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Aquellos años jovenes, donde la palabra amor tenía miles de significados, hoy, solo unos pocos.
Bonito
Gracias por el comentario y gracias por seguir leyendo mi rincón. Un abrazo y cordial saludo para usted, Javier Roselló.
Publicar un comentario