25 de marzo de 2008

¡UN DURO AL AÑO!

Monte arriba y cara al viento
Buscando reposo y calma,
Ívame yo muy contento
Dándole reposo al alma.

Y cuando a lo alto llegué;
Y al dar la vuelta a la cima
Un rebaño me encontré,
Que se me venía encima.

Avanzaban las ovejas
Marchando al paso tranquilas,
Y cruzaban las parejas
Al sonar de las esquilas.

Y a los últimos reflejos
De los rayos vespertinos,
Los vi, perderse a los lejos
Por los ásperos caminos.

Detrás de ellas, lentamente,
Dando al aire una canción
Y sacando indiferente
Su mendrugo del zurrón.

Venía un pastor, un niño
Un imberbe zagalejo,
Que me inspiró ese cariño
Que es tan súbito en un viejo:

! Hola, eres tú el pastor ?
Si señor. Y qué se ofrece ?
¿Tienes padres ? No señor.
¿Y cuántos años tienes? Trece.
¿Y cuánto ganas amigo? Un duro.
¿Al día?!!! Anda maño!!!
¿Un duro al mes? Que no! Digo.
Un duro al año.
Le dejé que se marchara
Y en el monte me senté,
Y avergonzado, la cara
En las manos oculté.

Pasaron por mi memoria
Templos, palacios y reyes
Los discursos y las leyes
Los millones del banquero,
Las fiestas del potentado
Réditos del usurero,
¡Ladrones en despoblados!
Fortunas mal heredadas
En el banquete perdidas
Los que del lujo se afanan
Tanta gloria, tanto daño,
En tanto hay seres que ganan
Un duro al año.

Un duro… Oh Dios!
Cuántas veces lo habré derrochado yo,
En miles de pequeñeces
Que mi gusto me pidió.

En comer sin tener gana
En caprichos, en favores,
En vanidades humanas,
En guantes, coches y flores.
En un rato de placer
En un libro sin valor,
En apostar, en beber,
En humo, en buen olor.

Y ese duro que se olvida
En cuanto correr se deja
Era un año de la vida
De ese pastor que se aleja.

Y vi que somos peores
Todos los seres humanos,
Unos, falsos soñadores,
Otros, falsos puritanos.

Ya ateos, ya creyentes
Todo en el daño iguales,
Resolviendo dirigentes
Grandes problemas sociales.

Y hay seres, que en esa edad
Que ignoran su propio engaño
Deben a la humanidad
Un duro al año.

¡No!, mientras en el frío enero
En una espantosa noche,
Mi prójimo por dinero
Me lleva a mi casa en coche.

Mientras de la mina oscura
Saca carbón tanta gente
Pasando tanta amargura
Para que yo me caliente.

Mientras de la alegre fiesta,
Salgo yo que siento y creo
Y al pobre que le molesta
Le mando airado a paseo.

Mientras el sol desigual sea
En dar al hombre sus rayos
Y haya niños con librea
Que me sirvan los lacayos…

Ni creo en leyes humanas
Ni en el que las bombas tira
Palabras, palabras vanas,
Mentira, todo mentira.

No hay en las penas consuelo
Sufrir y siempre sufrir…
Cristo subió a los cielos
Pero volverá ha venir.




Su reino será de espanto
Sus leyes muy diferentes
Y ahí, se ha de ver el llanto
Y el rechinar de los dientes.

Y ha de subir a mil codos
Más alto el nuevo diluvio
Y allí, moriremos todos
Y más alto que el Vesubio
Nos ha de ver impasibles
Ese niño, ese pastor
Ya convertido en terrible
Ángel exterminador.

Y entre torrentes de lava
Gritará de su alto escaño
Yo soy aquel que ganaba
Un duro al año.

Así a mis horas decía,
Sólo en la cumbre del monte
Mientras el sol se escondía
En el rojizo horizonte.

En las sombras se ocultaban
Lentamente las aldeas
Y en la ciudad humeaban
Las febriles chimeneas.

Veíanse allá las cruces
De las altas catedrales
Y los rayos de las luces
De las fiestas mundanales.
Allí, rezan compungidos
Los que llaman cristianos
Entre ruido y movimiento
De las modernas ciudades
Resumen triste y cruento
De las necias vanidades.
Y allá, perdido en la plana
Cantando tras su rebaño
Iba aquel niño que gana
¡UN DURO AL AÑO!

Roselló

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