Soledad sabe una copla
que tiene su mismo nombre:
Soledad.
Tres renglones nada más:
tres arroyos de agua amarga,
que van, cantando, al mar.
Copla tronchada, tu verso
primero, ¿dónde estará?
¿Qué jardinero loco,
con sus tijeras de plata,
le cortó al ciprés la punta,
Soledad?
- ¿Qué ventolera de polvo
se te llevó la veleta,
Soledad?
¿O es que por llegar más pronto,
te viniste sin sombrero,
Soledad?
Y total:
¿Qué más da?
Tres versos: ¿para qué más?
Si con tres sílabas basta
para decir el vacío
del alma que está sin alma:
¡Soledad!
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